Espasticidad después del accidente cerebrovascular: una revisión de la epidemiología, fisiopatología y tratamientos.

Autores: Chih-Lin Kuo, Gwo-Chi Hu

La espasticidad es una condición común en los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular, y puede asociarse con dolor y contractura articular, lo que lleva a una mala calidad de vida y aumenta la carga del cuidador. Aunque los mecanismos subyacentes no se entienden bien, puede deberse a la interrupción del equilibrio de las entradas sensoriales excitadoras e inhibitorias supraespinales dirigidas a la médula espinal, lo que lleva a un estado de desinhibición del reflejo de estiramiento.

Las opciones de tratamiento incluyen terapia física, tratamientos farmacológicos y de modalidad, neurólisis con fenol y toxina botulínica y tratamiento quirúrgico. Un tratamiento exitoso de la espasticidad depende de una clara comprensión de la fisiopatología subyacente, la historia natural y el impacto en el rendimiento del paciente. Esta revisión se centra en la epidemiología, el  mecanismo, la manifestación clínica y las evidencias recientes de manejo.

El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en los adultos en la mayoría de los países. La espasticidad es una condición común, pero no inevitable, en pacientes con accidente cerebrovascular. La espasticidad después del accidente cerebrovascular a menudo se asocia con dolor, rigidez de los tejidos blandos y contractura articular, y puede llevar a una postura anormal de los miembros, a una menor calidad de vida, a un mayor costo del tratamiento y a una mayor carga del cuidador.

 La detección temprana y el manejo de la espasticidad post-ictus no solo reduce estas complicaciones, sino que también puede mejorar la función y aumentar la independencia en pacientes con espasticidad.

La definición  de espasticidad es útil en la práctica clínica, porque la directriz “aumento dependiente de la velocidad en los reflejos de estiramiento tónico”, puede distinguir la espasticidad de otros trastornos de movimiento similares, como la hipertonía, la rigidez y la hiperreflexia.  Sin embargo, esta definición ignora el aspecto importante de la entrada sensorial en la experiencia de la espasticidad. Algunos estudios han encontrado que el procesamiento anormal de las entradas sensoriales de los husos musculares conduce a una activación refleja excesiva de las motoneuronas alfa, y aumenta la espasticidad. 

La nueva definición del proyecto Asamblea del Programa de Apoyo de una Base de Datos para la Medición de la Espasticidad (SPASM) define la espasticidad como un “control sensorial-motor desordenado, resultante de una lesión de la neurona motora superior, que se presenta como una activación involuntaria intermitente o sostenida de los músculos”.  Esta definición tiene en cuenta la contribución de las propiedades viscoelásticas del tejido blando a la rigidez articular, y los roles de las vías sensoriales propioceptivas y cutáneas.

https://doi.org/10.1016/j.ijge.2018.05.005

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